ENTREVISTAR ES PENSAR
UN ENCUENTRO CON LA CULUTRA:
ENTREVISTAS A ESCRITORES E INTELECTUALES DOMINICANOS
Esta entrevista será publicada en dicha obra.
ENTREVISTA A MI MISMO
ENEGILDO PEÑA
“Escribir es una necesidad vital, no es un juego como la fama. La escritura es atemporal para los escritores, la fama es pasajera y chabacana. Los grandes escritores no escribían para ser famosos, sino para ser eternos. De alguna manera, todo escritor al escribir se describe, pero no lo hace para revelar sus frustraciones, sino para crear. No creo en las frustraciones porque envenenan el alma, y un artista envenenado no puede crear, aunque su literatura sea maldita, como la de Baudelaire, sólo para citar un caso”.
Enegildo Peña.:- ¿Tus padres quiénes son?
E.P.: - Mi auténtico padre fue mi madre, es la razón suprema de todo lo que soy. Me siento honrado de haber nacido de su vientre, aunque murió en 1993 sigue siendo mi verdadera luz inspiradora. Su amor hacia la familia era infinito, trabajaba como una diosa para alimentarnos. Si pudiera nacer de nuevo me gustaría que ella fuera mi madre, es lo único puro y bueno que me ha pasado. Durante casi toda su vida, su nombre fue Alicia Peña. Cuando fue a venderse una casa como parte de los herederos, a sabiendas de que prácticamente no recibió nada, descubrió que su verdadero nombre era María Luisa Santos, aunque tuviese en su cédula el de Alicia Peña. Cuando investigamos nos dijeron, que era que había sido declarada por un familiar, pero que también la abuela lo había hecho. Entonces era la misma persona, pero con dos cédulas y dos nombres distintos. En presencia de ella, escuché a su abuela decirle que su madre había muerto, varios meses después que nació. Conoció a su padre, que era de donde le provenía el apellido de Peña, mientras que el de Santos era de su madre. Solamente conoció a dos hermanos suyos que nos protegían y nos apoyaban de todas las embestidas de su marido y de nuestro padre: Ramón Antonio Peña, y quien era conocida como Gela. Mi madre, antes de conocer a mi padre, ya había tenido dos hijos, éstos se criaron con nosotros, en su totalidad éramos doce.
Mi padre, que todavía vive, en cambio es un hombre cruel y malvado. Siempre maltrató a nuestra madre, hasta provocarle dos ataques del miocardio. De los diez hijos que tuvo a todos nos cortó: a mí me lanzó un cuchillo cortándome en la pierna izquierda; a otro le pegó un hachazo en la espalda; a otro estando ciego lo cortó. Constantemente nos lanzaba a las calles, todavía recuerdo como en ocasiones, mi madre tenía que dormir con nosotros en las calles a consecuencia de sus borracheras. Cuando murió mi madre le dije, que tenía la última oportunidad de ser un padre, pero nunca quiso serlo. Tuvo dos hijos con otra mujer, pero el varón fue asesinado por ladrón. Dos de nuestros hermanos, por falta de él, se lanzaron a vivir en las calles, hasta que un día uno murió: un mes después que dos o tres delincuentes le rociaron gasolina a Iván Alejdandro y le pegaron fuego, en los alrededores de la Circunvalación y la 27 de Febrero de Santiago, llegó al Hospital Regional José María Cabral y Báez corriendo con su cuerpo encendido. El otro, José Antonio apareció asesinado en el canal de Mao, con diversas puñaladas. Dentro de esas barbaridades he tenido que vivir, por tener un padre tan irresponsable y cruel, su nombre es Hipólito Reyes. Suele explicar con orgullo que su padre fue don Tavares, uno de los hombres más guapos de Yásica, igualmente a él lo maltrató al final en su lecho. Nunca nos dejaba estudiar porque había que trabajar en la pequeña fonda que tenía, de 6:00 de la mañana hasta las 12:00 y 1:00 de la madrugada. Todavía algunos de mis hermanos no tienen actas de nacimiento, y quienes la poseen fueron sacadas por mí. Con la vida he aprendido que sus salvajismos son consecuencias de su ignorancia, es porque su ambiente y la sociedad nunca le permitieron estudiar, aunque nada justifica sus barbaries, yo lo perdono.
E.P.: - ¿Qué tipo de trabajo tu viste que realizar para vivir?
E.P.:- Por lo descrito más arriba, tuve que recoger habichuelas de los sacos que se caían en el mercado de la avenida Valerio, recuerdo que un día dos hombres estaban peleando y uno de ellos, cogió un hueso de vaca para lanzárselo al otro, pero fue a mí que me pegó en la cabeza, si me hubiese dado más abajo me hubiera matado. Se asustaron demasiado, entonces empezaron a guardarme habichuelas, papas, cebollas, entre otros productos. Limpiábamos las habichuelas para luego venderlas y poder comprar algo de comida, otras veces él las vendía para jugar su lotería. Recogí cartón y botellas en una carretilla. Trabajé construcción, en el cementerio de la 30 de Marzo llegué a limpiar y lavar tumbas. Fui ayudante de un camión de melaza, un día se dañó el vehículo y el chofer me dejó cuidándolo, duré dos días sin comida, entre unas montañas de Guayubín donde sólo pasaban los camiones que contrabandeaban maderas preciosas, uno de ellos me llevó al pueblo más cercano, me dieron de comer y un señor que tenía un colmado de aquel inhóspito lugar, en el cual llegué a comer pequeñas guayabas entre las aromas de sus hojas.
Un día me fui a pescar con mi papá para que mis hermanos comieran, de ahí surgió la idea de que buscáramos una mesa y empezáramos a vender pescado frito con batata y plátano. Entonces nos ubicamos donde están las paradas de las guaguas que llevan los pasajeros a la Línea Noroeste, entre la calle 30 de Marzo con la Cucurrullo. Rápidamente, ya andaba por las calles principales del Centro de la Ciudad mi padre me enviaba a vender frituras, recuerdo que me ponía frente al antiguo Palacio de Justicia, pero cada mañana me quitaban, hasta que un día tuvieron que dejarme. Fui ayudante y cortador en una Zona Franca, entre otras cosas.
E.P.: - ¿Qué te motivo a superarte y a estudiar?
E.P.: - Básicamente dos razones anidan el alma de mi corazón. Una es mi madre, como paradigma de todas mis acciones. Si algo soy, es en honor y memoria de ella. Sólo su espíritu me sostiene y me alimenta. La otra, es lo que he tenido que sufrir para vivir, sin tener que ser corrupto ni perverso. La voluntad es inevitablemente individual, es la que nos permite ser o no ser, por eso me ha enseñado a convertir el sufrimiento en posibilidades de vida. Aún no hemos comprendido que la voluntad es más fuerte que nuestro cuerpo, y que todo gira en función de ella. La necesidad nutre la voluntad. Nací y crecí entre terribles y espantosas necesidades. Éramos doce, y vivíamos en un pequeñísimo cuarto, donde el mal olor de la letrina no nos dejaba comer ni dormir. Éramos vistos y tratados como los más pobres de la parte alta de Pueblo Nuevo, incluso la parte de atrás de nosotros era el famoso hotel José Nasar, específicamente en la calle Benigno Filomeno de Rojas. La mayoría se burlaba de nuestra miseria, igualmente de que no sabíamos leer ni escribir. Un personaje que por su guapeza le apoderaron el “Tigre Geno”, tenía a dos hermanos más, a uno le apodaban el roba escaleras, porque era pintor, pero no puede ver una que se la robaba; y otro es “Lele”, éste duró como 20 años preso, fue deportado de Estados Unidos. Ellos, me decían con sarcasmo, qué pena que no puedas leer lo que escribes en esas paredes.
Las burlas silenciosas cada día eran mayores, me posibilitaron empezar a aprenderme las vocales y el abecedario, era tan torpe que me las aprendía y se me olvidaban. Un día por iniciativa propia me puse en una escuela (que estaba en un segundo nivel de los multifamiliares del Congo, ahora detrás de la Sirena de Santiago), pero jugando en recreo me dieron en la rodilla izquierda, nunca dije nada, hasta que un día me tuvieron que llevar al hospital de niños, entonces me pusieron un yeso y estuve al perder la pierna, después de adulto se produjo una fístula en el hueso de la pierna, provocando un hoyo donde salía secreción, y hubo que operarme. No pude volver porque había que trabajar para ayudar a mantener a mis hermanos. Por decisión propia aprendí a leer un poco, luego le dije a mi madre, que después de lavar los últimos platos de la venta de la comida de las doce, me dejara ir a leer a la Sociedad Cultural Amantes de la Luz, era aproximadamente a las tres de la tarde, sin embargo salía cuando cerraban la biblioteca a las nueve de la noche. Como nunca había sido declarado le pedí a una señora que se llama Esperanza que fuéramos para que me ayudara a declararme, porque había empezado a estudiar pero que me iban a sacar si no llevaba los papeles a la Escuela Nocturna Venezuela. Ahí me hice dirigente estudiantil, de la Unión Nacional de Estudiantes Revolucionarios (UNER), era apéndice de la UPA y el PTD. Pertenecer a la UNER me permitió desarrollarme de una forma increíble. Leí todo lo que me caía en las manos, hubo una profesora que me ayudó muchísimo, igual que el distinguido profesor Narciso González, quien me prestaba libros y me aconsejaba como un hijo. Tuve que irme a seguir mis estudios al Liceo Onésimo Jiménez, pero por problemas de trabajo tuve que terminar el bachillerato en SENAPEC. Luego pasé las mil y una, porque mi acta de nacimiento decía hijo natural de Alicia Peña, duré meses convenciendo a mi papá para que me diera su apellido, entonces ya tenía el de él, pero seguía siendo Peña, ahora había que cambiarlo por el de Santos, gracias a un amigo se resolvió el problema. Duré más de cinco años, para poder cambiar todos los papeles escolares. Ingresando a estudiar en el Centro Universitario Regional de Santiago (CURSA-UASD), empecé estudiando derecho, pero me gradué de Licenciado en Comunicación Social Mención Periodismo, y realizando un Diplomado y Postgrado en Gestión Cultural, conjuntamente con la Secretaría de Estado de Cultura. Tengo decenas de cursos realizados, además de más veinte reconocimientos de diferentes instituciones dominicanas y extranjeras. En definitiva, no me fue fácil superarme y estudiar, incluso cuando empecé tenía más de diez años, por lo que tuve que hacerlo de noche, estaba en primero con una doña que quería aprender, pero se burlaban de nosotros por nuestras edades. Estudié para honrar a mi madre, porque ella nunca pudo hacerlo, algunos de mis hermanos tampoco estudiaron, dos o tres lo hicieron pero no llegaron ni siquiera a ser bachilleres.
E.P.: -¿Cómo te iniciaste en el ámbito cultural?
Empecé en el mismo momento que comencé a leer algunos libros. Ellos siempre han sido mi verdadera universidad, como dicen los tomos de la Enciclopedia de los Clásicos: “La verdadera universidad hoy en día son los libros”. Un buen libro no es solamente un ámbito, es más bien un universo cultural. Otra cosa que me hizo involucrarme en la cultura fue haber sido dirigente estudiantil, cuando dejé de serlo formé un grupo cultural en el Onésimo Jiménez que se llamó Grupo Superación. Me hice miembro de la Sociedad Cultural Perpetuo Socorro, para ese tiempo era una de las instituciones culturales más importantes de mi barrio (Pueblo Nuevo). La mayoría de su membresía eran personalidades, recuerdo que junto conmigo estaba en la Directiva el destacada locutor Darío Fernández, quien realizaba, conjuntamente con Menny Almonte, el mejor programa cultural que ha tenido la historia de la radio de Santiago: La Tertulia de la Mañana. Mi ansia desenfrenada por aprender, me hizo aceptar el puesto de auxiliar de la Biblioteca de la Sociedad Cultural Alianza Cibaeña, simplemente porque ahí podía leer, siendo mi horario de 3:00 de la tarde a 10:00 de la noche. Leía desenfrenadamente todos los días, trabajando en esa institución fui operado en el hospital de aquel golpe que me dieron en la adolescencia, entonces le pedí a alguien que me llevara cada dos días un tomo de las obras completas de Pedro Henríquez Ureña, y leí los doce volúmenes. Balaguer narra en”Memorias de un Cortesano en la Era de Trujillo”, que se encerraba de noche en ésta para leer sus libros. Fue importante cuando en la Alianza Cibaeña, un grupo dirigido por el profesor Hugo Gil formó el Taller Literario Líttera, para mi iniciación literaria fue transcendental, porque empecé a mostrar mis primeras náuseas poéticas, que por cierto eran horribles. En una ocasión, el taller y la Alianza Cibaeña organizaron una conferencia con Manuel del Cabral, escuchándole hablar me enamoré de la poesía, busqué sus obras poéticas para leer con más tranquilidad, en ese momento me dí cuenta de que era uno de los poetas más sorprendentes de la literatura de la lengua española. Otra hecho importante para mí, fue la fundación en 1994 del Taller Literario Virgilio Díaz Grullón, del Centro Universitario Regional de Santiago (CURSA-UASD), creando así la revista Voz Literaria y los Reconocimientos Anuales de Literatura y Cultura. Por mi trayectoria cultural fui llamado por el escritor Fernando Cabrera, en un momento de crisis, para ser Director Ejecutivo de Casa de Arte, igualmente fui Coordinador General del Festival Arte Vivo. Duré más de seis años en esa posición, por lo que recibí el reconocimiento tanto local como nacional. Otro acontecimiento significativo fue ser miembro del Comité Organizador de la Primera Feria Regional del Libro Santiago 1997, donde se me otorgó el Premio Gregorio Luperón, máximo galardón del evento ferial. Por mi experiencia en el área cultural, fui nombrado como Director Provincial de Cultura de Santiago, de la Secretaría de Estado de Cultura, que preside el escritor e intelectual José Rafael Lantigua, siendo su asistente provincial. En la actualidad soy Subsecretario de Estado de Cultura para la Región Norte, siendo el puesto de más alto nivel que ha existido hasta el momento. Fui Coordinador Operativo Regional de la Segunda Feria Regional del Libro Santiago 2005, donde igualmente se me reconoció. Valga expresar, que he recibido más de una decena de reconocimientos de diferentes instituciones y universidades, por mi trayectoria cultural. Soy un trabajador, por lo que digo, que la cultura no se dice, se hace.
E.P.: - ¿Si tuvieras que arrepentirte de algo, de qué sería?
E. P. : -Del padre que tengo, de no ser mejor esposo y padre para mis hijos, de la bebida (que fue lo único que él me enseñó), de escribir en los periódicos sin saber escribir, de mi primer libro, de algunos intentos fallidos de artículos y ensayos, contenidos en mi segundo libro. Igualmente, de cada uno de mis errores, y de las injusticias sociales y económicas de la sociedad dominicana.
E.P.: - ¿Cuántos libros has publicado?
E.P.: -Más allá de mi sombra, 1993. Ediciones Imposibles, Círculo de Escritores de Santiago. En la palabra, 2000. Colección Fin de Siglo, Consejo Presidencial de Cultura de la República Dominicana. La poesía contemporánea de Santiago: Antología 1977-2005. Ediciones Ferilibro, número 74. II Feria Regional del Libro Santiago 2005. Ideólogo de la Antología de cuentos contemporáneos de Santiago: 1980-2005, para la realización de la misma, busqué a uno de los escritores y cuentistas más significativos de la literatura joven dominicana: Máximo Vega. Coautor del libro: Voces del Valle voces que llegan desde el Cibao, 2005. Idea del escritor Pedro Antonio Valdez, realizada conjuntamente con Noé Zayas, Taty Hernández y Ibeth Guzmán. Ambos libros fueron editados por Ediciones Ferilibro. Ideólogo y prologuista de La poesía contemporánea de Santiago de Cuba, 2007. Editada por la Dirección Provincial de Cultura de Santiago de los Caballeros y Ángeles de Fierro de Noé Zayas.
E.P.: - ¿De tu primer libro, te arrepientes de haberlo publicado o escrito?
E.P.: -Una vez con un amigo íbamos a publicar un libro que titulamos “Desnudos los dos”, pero por suerte en la imprenta nos dañaron la portada, entonces la usamos para pegarla en toda la ciudad, diciendo: ¡Espere pronto desnudos los dos!. Era un libro de poemas malos, gracias a ese desliz, no cometimos el error de publicarlo. Ahora me arrepiento de haber publicado “Más allá de mi sombra”, aunque hay algunos poemas que me satisfacen, como por ejemplo, “Una Herida en la Sangre”, que empecé a escribirlo cuando mi madre murió, pero lo concluí en su novenario. Ese poema se salva porque la muerte de ella, me hizo decir que la muerte es una sombra que camina.
E.P.: - ¿Cuáles estás escribiendo?
E.P.: -Estoy escribiendo al mismo tiempo varios libros: Literatura y Cultura en Santiago, Cultura, Estado y Evolución. Estoy reuniendo material para realizar la Antología de la Poesía de Santiago: 1900-1976. Igualmente, estoy buscando información para el libro que titularé: Periodismo Cultural en la República Dominicana.
E.P.: - ¿De cuál te sientes satisfecho?
E.P.: -Del que aún no he podido escribir.
E.P.: -¿Cómo escribes?
E.P.: -Donde sea y como sea. Es algo ineludible que me obliga a hacerlo, es un desprendimiento que nace de mi ser que no sé explicar. Cada vez que escribo siento que algo dentro de mí, también muere. Cuando un escritor está escribiendo, de la misma forma lo está viviendo. Por eso escribir es vivir, pero es igualmente morir. Escribimos desde un dolor entrañable, pero ese dolor no puede ser personal, esto ya nos lo enseñó César Vallejo. Escribir es más grandioso y doloroso que leer. Quien lee recrea, pero quien escribe crea. Escribir es más difícil que leer, aunque leer no es fácil. Todos, de alguna manera, podemos ser lectores, pero no escritores. Cuando recibo el llamado de la escritura, no puede dejar de hacerlo aunque quiera. Pierdo la noción del tiempo, de comer y dormir. Es como si estuviese en un estado de conciencia superior donde la realidad no existiera, me acuesto de madrugada, desde por la mañana, pero la necesidad de escribir no me deja dormir, entonces tengo que regresar a escribir. Es como una enfermedad incurable, por muchos medicamentos que compremos, nada nos salvará.
E.P.: - ¿Por qué escribes, por la codicia de ser famoso, o poder superarte de alguna frustración personal?
E.P.: -Escribir es una necesidad vital, no es un juego como la fama. La escritura es atemporal para los escritores, la fama es pasajera y chabacana. Los grandes escritores no escribían para ser famosos, sino para ser eternos. De alguna manera, todo escritor al escribir se describe, pero no lo hace para revelar sus frustraciones, sino para crear. No creo en las frustraciones porque envenenan el alma, y un artista envenenado no puede crear, aunque su literatura sea maldita, como la de Baudelaire, sólo para citar un caso.
E.P.: - Menciona tres de tus mayores virtudes.
E.P.: -Superarme, ayudar y perdonar.
E.P.: - ¿Cuál es tu decepción más grande?
E.P.: -Tener el padre que tengo, porque nunca lo ha sido, también de la mediocridad del ambiente cultural dominicana.
E.P.: - ¿Qué es lo que más desprecias?
E.P.: -La injusticia social, la falsedad, la mediocridad, la deshonestidad y la envidia.
E.P.: - ¿Qué crees de la vida?
E.P.: -Que es un sufrimiento natural que hay que vivir, para descubrir que solamente somos: silencio, sombra y nada.
E.P.: - ¿Qué admiras y qué odias?
E.P.: -Admiro la capacidad que tiene cualquier ser humano de superarse, a pesar de las vicisitudes actuales. Por eso en una ocasión dije que ser enemigo de quien busca la superación de los demás, es ser enemigo de su propia superación. También admiro la honestidad, la seriedad, la lealtad, el perdón, el trabajo. Es decir, las cosas bien hechas. Lo que más admiro es haber sido hijo de mi madre. Odio la época que me ha tocado vivir, donde la avaricia personal está por encima de todo, hasta de nosotros mismos. Aborrezco la codicia desenfrenada, porque hemos dejado de ser, para sobrevivir. Nos hemos olvidado de ser nosotros para ser otros. Ya no somos personas, somos mercado, que es lo mismo que decir: consumo. Aunque haya mucha tecnología y modernidad, hoy somos más bestias que antes. Ahora bien, lo que más odio, es al rencor por no saber perdonar.
E.P.: - ¿A cuáles escritores admiras?
E.P.: -A todos los grandes escritores e intelectuales, aunque nunca podré ser uno de ellos. Respeto con devoción a los poetas, porque son la última utopía que le queda a la humanidad. La poesía es la única cosa que el consumismo no ha podido prostituir. Es algo tan elevado que ni se vende ni se compra. Todos los demás géneros se han prostituido por el mercado y por la política, porque es mejor vivir bien, que pensar y crear. Hace tiempo que la buena literatura ha muerto, como también los grandes escritores e intelectuales.
E.P.: - ¿Qué crees del dolor?
E.P.: - Es como el amor inevitable e indispensable, sin él fuéramos criaturas más perversas de lo que aún somos. El dolor es una de las pocas cosas, que constantemente nos recuerda que somos humanos. Es más extraordinario que la felicidad, él nos enseña, nos ayuda, nos hace ser creadores, nos librera. En cambio, la felicidad nos engaña y nos empobrece. Mientras el dolor es real, la felicidad no lo es. Es sólo una metáfora que nos entretiene por brevísimos segundos, para luego regresarnos a lo que es: una simple ilusión.
E.P.: - ¿Y del amor?
E.P.: - Es lo único que nos salva y nos condena. Por él nacemos, pero también morimos. Nos pasamos la vida haciendo el amor, sin embargo, nos morimos sin saber lo que es. Sólo estoy preparado para decir, que el amor es vida y es muerte.
E.P.: - ¿Qué es la religión para ti?
E.P.: -La religión, pero sobre todo, los religiosos se me parecen a la felicidad. Nos hablan de ella, pero pocas veces la recibimos. Incluso la mayoría de ellos nos ha matado la fe, porque viven de ella y no en ella. Cuando he tenido la oportunidad de estar cerca de algunos de ellos, andan con choferes, guardaespaldas, vestidos de manera impecable, a sus rostros y a sus cuerpos parece no llegarles los rayos del sol. Mientras, los que más creen, viven en condiciones precarias en las iglesias de los barrios, de las provincias y los pueblos más lejanos. Yo te pregunto, ¿es eso justo?
Son justos también los crímenes que se cometieron en nombre de las religiones. ¿Cuántos han matado las religiones de La India, o el Budismo Zen? O, ¿cuántos han sido condenados por las constantes violaciones y actos de corrupción en las iglesias? ¿Te has hecho esas preguntas? Para mí es penoso que diariamente tengamos que escuchar y leer, a través de los medios de comunicación social, a esos religiosos hablándonos de política y economía, en vez de religión. Parecería que la religión la han convertido también en un partido político. Estos tipos de devotos han hecho de la fe, un consumo como cualquier otro. Por ellos, las religiones han perdido la fe. Amo, admiro y respeto a todos aquéllos que no son como éstos.
BIBLIOGRAFÍA COMPLENTA:
ENEGILDO PEÑA
Nació en Santiago de los Caballeros, en el año 1965. Es licenciando en Comunicación Social mención Periodismo del Centro Universitario Regional de Santiago (CURSA-UASD), también realizó un Postgrado en Gestión Cultural, conjuntamente con los misterios de cultura de Cuba, República Dominicana y la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Perteneció a la promoción de poetas de los 90. Es un activo gestor cultural, director y fundador del Taller Literario Virgilio Díaz Grullón y de la revista Voz Literaria del CURSA-UASD. Fue co-fundador del Círculo de Escritores de Santiago (1992) y co-fundador del Taller Literario Líttera (1985). Poeta, escritor, antólogo, periodista, gestor y especialista cultural. Ha ganado premios de poesía; ha publicado poemas y estudios en la prensa; textos suyos han sido publicados en las siguientes antologías: “Juego de Imágenes” (Ediciones Hojarasca,1995); “Antología del Ateneo Insular” (Colección en la Interior Bodega,1995); “Antología del Ateneo Insular” (Colección en la Interior Bodega,1997); en el Diccionario Enciclopédico Dominicano (1998) y por el Azul del mar –(encuentro artístico dominico-español,1995); también está incluido en la antología: “Este lado del país llamado el Norte”. Ha sido incluido en la Enciclopedia Dominicana y en los libros de Autores Dominicanas. También aparece en los libros premiados de la Sociedad Cultural Alianza Cibaeña.
Ha dictado conferencias en la mayoría de las universidades del país, además ha sido conferenciante invitado en Puerto Rico, en la Universidad Eugenio María de Hostos, en el City Collage, de New York y en el Festival del Caribe, en Santiago de Cuba. “En el año 2006, fue reconocido por la Secretaria de Estado de Cultura, por su sobresaliente ejercicio gerencial como Empleado Estrella”.
Fue Director Ejecutivo de Casa de Arte, Inc. y del Festival Artevivo, colaborador de los periódicos: Listín Diario, La Noticia, El Siglo, La Información, El Nuevo Diario en el suplemento cultural Areíto del periódico Hoy, entre otros. En la presente gestión ha sido Director Provincial de Cultura de Santiago y Supervisor Regional. En la actualidad es Subsecretario de Estado de Cultura para la Región Norte.
LIBROS PUBLICADOS:
Más allá de mi sombra, 1993. Ediciones Imposibles, Círculo de Escritores de Santiago. En la palabra, 2000. Colección Fin de Siglo, Consejo Presidencial de Cultura de la República Dominicana. La poesía contemporánea de Santiago: Antología 1977-2005. Ediciones Ferilibro, número 74. II Feria Regional del Libro Santiago 2005. Ideólogo de la Antología de cuentos contemporáneos de Santiago: 1980-2005, para la realización de la misma, busqué a uno de los escritores y cuentistas más significativos de la literatura joven dominicana: Máximo Vega. Coautor del libro: Voces del Valle voces que llegan desde el Cibao, 2005. Idea del escritor Pedro Antonio Valdez, realizada conjuntamente con Noé Zayas, Taty Hernández e Ibeth Guzmán. Ambos libros fueron editados por Ediciones Ferilibro. Ideólogo y prologuista de La poesía contemporánea de Santiago de Cuba, 2007. Editada por la Dirección Provincial de Cultura de Santiago de los 30 Caballeros y Ángeles de Fierro de Noé Zayas. Este mes pondrá a circular su obra más reciente, la cual se titula: Entrevistar es pensar. Un encuentro con la cultura: Entrevistas a escritores e intelectuales dominicanos.
PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS RECIBIDOS:
1997/ Premio “Gregorio Luperón”, Máximo Galardón de la Primera Feria Regional del Libro Santiago. 2001/ El Taller Literario Virgilio Díaz Grullón, por sus aportes y logros en la difusión de las artes y literatura. 2003/ Ayuntamiento de Santiago, a través del Departamento de Cultura del Ayuntamiento en el Día Nacional del Poeta, por sus grandes méritos acumulados. 2003/ La Universidad Autónoma de Santo Domingo, por su excelente labor docente y aporte al desarrollo de nuestro país, formando las inteligencias que dirigirán nuestra Nación. 2003/ Reconocimiento al poeta Enegildo Peña, por todos aquellos que no saben expresar lo que sienten. 2004/ El Colegio Padre Emilio Tardif, por su obra “Más allá de la Sombra” estética en que se encontraba en el momento de la aparición de su primer libro. 2005/ Secretaria de Estado de Cultura, por su contribución eficaz y su dedicación constante al éxito de la II Feria Regional del Libro, Santiago 2005. 2005/ El Ayuntamiento Municipal Villa Bisonó, por sus aportes al desarrollo social económico y cultural de nuestro pueblo. 2006/ Empleado Estrella del Año, Secretaría de Estado de Cultura. 2006/ La Casa de Cultura Dominicana en New Jersey, por su apoyo y cooperación a esta institución. 2007/ Empleado Estrella del 2007, Secretaría de Estado de Cultura. 2008/ La Orquesta Sinfónica del Cibao, por su respaldo al arte y la cultura. 2008/ Secretaría de Estado de Cultura. 2008/ Personalidad Cultural de la República Dominicana del 2007, Secretaría de Estado de Cultura. Colegio de Estudios Generales y de Servicios (CEGES), II Feria del Libro reconoce a: Enegildo Peña, por sus valiosos aportes al desarrollo y la difusión del arte y la cultura de la Región Norte, 23 de abril del 2008. 2009/ El personaje del mes y su historia, con la medalla del programa D’ Teresa por tu salud, canal 25.
*Datos suministrados por el autor.
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